sábado, 29 de agosto de 2020

La COMUNICACIÓN

, es un camino de ida y vuelta. Comunicar es poner en común, literalmente. Pero ¿qué tenemos que poner en común?. Sencillamente nuestras diferencias (sobre todo en situaciones de conflicto) o bien nuestras semejanzas.

 Expresarse no es comunicar, es un simple ir. La comunicación es ir y volver. Esto lleva aparejado una serie de etapas:

  • Me expreso

  • Recibo la confirmación de que mi lenguaje ha sido entendido.

  • Escucho la expresión de la otra persona.

  • Le confirmo que la he entendido.

Principios básicos: Las bases de una comunicación real son fáciles de enunciar, pero difíciles de aplicar y obedecen a las siguientes actitudes fundamentales:

  • Reconozco y confirmo la expresión, los sentimientos y las opiniones de la otra persona como mías.

  • Me expreso hablando de mi mismo/a, de como me siento, como lo entiendo, como lo oigo.

  • Deseo poner en común los diferentes puntos de vista, no oponiéndolos ni confundiéndolos, sino poniéndolos uno junto al otro, confrontándolos. De ahí puede nacer la participación y el dialogo.

Estas tres actitudes tienen las siguientes consecuencias:

  • No permito que la otra persona hable por mi.

  • Le invito a que hable de sí misma.

  • Reconozco que “entenderse” no significa tener la misma opinión, los mismos sentimientos ni el mismo punto de vista.

  • Acepto diferenciar lo que viene de la otra persona (y que le pertenece a ella) y lo que yo siento (y me pertenece).

Elementos que dificultan o facilitan la comunicación:

Expresarse (decir): Es mas difícil hablar sobre una misma, que sobre la otra persona o sobre el mundo. Hablar a otra de mí misma es expresar mi percepción de la realidad, mis sentimientos, mis experiencias. Nunca se insiste bastante en la importancia de hablar desde el yo, tan a menudo sustituido por el “yo sé” o el “tú”.

  • Los hechos: es un registro anecdótico, permite decir lo que ha ocurrido y como ha ocurrido.

  • Las sensaciones y sentimientos: es el registro de lo vivenciado a través de un acontecimiento, una situación, un encuentro. El hormigueo emocional nos habita a todas las personas como fuente inagotable del propio discurso. En comunicación necesitamos saber escuchar las emociones que ocupan a la otra persona. Ser conscientes de si este registro esta presente para evitar muchos malentendidos y frustraciones.

  • Pensamiento, ideas: Generalizaciones, valoraciones, normativas, consideraciones lógicas. Indispensables puntos de referencia, indicaciones necesarias en el caos o en la multiplicidad de las situaciones humanas. Las ideas entrelazan y sostienen las emociones, nos permiten clasificar y asimilar la experiencia y nos protegen de ella, a veces nos aíslan de ella.

  • La resonancia: nos remite a experiencias grabadas desde nuestro pasado. Este estrato afectivo no es directa o inmediatamente accesible.

  • Lo imaginario: los fantasmas, los deseos, las imágenes personales son todo un mundo para poner en común.

  • No decir: Solo puedo estar satisfecho/a en la comunicación si acepto sus limitaciones. No es posible “decirlo todo”; es una ilusión, una trampa. En el “no decir” se expresa el propio “territorio” : poder decir: “no deseo hablar de esto contigo”. A veces según que preguntas es una intrusión, tenemos derecho a NO sentirnos obligados a responder. Esto evita lo que se podría llamar una cierta “ contaminación relacional”.

  • Dejar espacio: es la forma de que se plasme el reconocimiento de la diferencia.

  • La escucha: escuchar a la otra persona o parte, sin evaluar, sin interpretar, sin juzgar, sin tranquilizar, sin rechazar, sin etiquetar. Es decir, sin adueñarnos de su palabra. Esto es difícil, supone una disponibilidad abierta, un “des-centrarnos” de sí. Escuchar es acoger sin juzgar, intentar comprender su mundo, su propio sistema de referencias.

  • Escuchar activamente: es permitir que la otra se exprese más ampliamente y se entienda a sí misma cuando yo retomo o resumo lo que acaba de decir; lo que yo he entendido o comprendido de lo que ha dicho. Si me siento no escuchada, no entendida, también tengo mi parte de responsabilidad. Quizás no me he expresado de forma clara, demasiado indirecta. Quizás no he expresado lo que quiero.

  • Entender: Es llegar a la otra en su propia realidad captando sus diversos lenguajes. Es cuestión de atención. Entender lo que dice, pero también sus sonrisas, sus miradas, sus gestos, su respiración sus acciones, sus malestares, su energía...

Aquí es importante darse cuenta de, en qué registro está hablando la otra persona: realista, , simbólico, imaginario ?? A un nivel intelectual, afectivo, anecdótico, irónico, animista ???. Todos son aceptables.